Cuando decidimos poner un perro en nuestra vida, es muy importante conocer que tienen su propio lenguaje. Son capaces de aprender muchas cosas por ensayo-error pero debemos hablarles en su lenguaje y debemos conocer sus señales para no tener problemas de estrés, agresión, sumisión extrema… y así conseguir que nuestro peludo sea feliz y que nuestra relación sea gratificante.

 Para que el perro hable en el idioma perro, es extremadamente importante el periodo de socialización del que ya hablamos en el post de la socializacióndel cachorro. Es en los primeros meses de vida donde el perro, relacionándose con su entorno de una forma positiva, aprenderá todas las señales imprescindibles para comunicarse con los suyos con normalidad. Privar en estas edades tempranas de la compañía canina, bloqueará el aprendizaje y puede darnos muchos problemas cuando se haga mayor porque no sabrá relacionarse con los demás individuos y por tanto, no será capaz de evitar el conflicto. La ausencia de estos rituales de comunicación, también pondrá en peligro nuestra relación con él puesto que es el único lenguaje con el que pueden comunicarse.

SEÑALES DE CALMA

Su lenguaje corporal está lleno de información. Las señales de calma las emplean para evitar problemas, para intentar calmar a otro perro o a ti. Es importante sobre todo que sepamos leer entre líneas estas señales de calma.

Inicialmente serán señales sutiles que nos indicarán incomodidad con la situación, nos pedirán que paremos la interacción (táctil o verbal), nos avisarán de que no les está gustando nuestra actitud, tono o lenguaje corporal… Para ellos, estas señales de calma son imprescindibles para evitar conflictos y peleas y debemos respetarlas para no llevarlos al límite.

La falta de atención de estas señales sutiles, los lleva a tener que ir intensificándolas transformándolas en señales de amenaza. Ignorar este estado emocional puede llevarlos al conflicto o ataque.

Evidentemente cada perro tiene una tolerancia diferente a los estímulos según su experiencia individual, miedos, fobias… y no todos llegarán al ataque, pero que no vayan a hacernos daño, no nos autoriza a incomodarlos y no escucharlos.

Señales iniciales: parpadeo constante, bostezos, relamidos, retirar la mirada o la cara, sentarse, dar la pata… son algunas de las primeras señales que debemos interpretar en el día a día con nuestro compañero y que nos indican que no están del todo cómodos y que prefieren salir de esa situación.

Si estamos enfadados por algo que han hecho y se lo estamos haciendo saber, son señales claras de que tu tono está siendo excesivo para su sensibilidad. Si estamos forzando una interacción, son señales claras de que no se sienten cómodos en esa situación. Si les estamos presentando a un desconocido, son señales claras de que no le gusta algo de esa persona.

A veces, hay interacciones necesarias y que pueden resultarles incómodas. Puede ser una visita al veterinario, puede ser un bebé, puede ser un nuevo compañero peludo…. Lo importante es detectar estas señales y actuar en consecuencia. Situaciones desagradables pueden convertirse en agradables con el empleo de premios, juegos, juguetes y a través de ellos podemos transformar un estado emocional hostil en amigable.

Señales moderadas: orejas hacia atrás, tumbarse hacia arriba, alejarse, encorvarse, cola entre las patas… son señales más intensas ante las que hay que replantearse bien la situación porque estamos acercándonos al límite de la falta de seguridad. Estas señales deben ser muy bien interpretadas. Cuando nuestro peludo se encuentra en esta situación, si la interacción es imprescindible, deberá de ir acompañada por nuestra parte de un manejo extremadamente cuidadoso y suave para disminuir su sensibilidad.

Señales de peligro: la mirada fija, el pelo erizado, gruñidos, enseñar los dientes… pueden ir acompañadas de alguna de las anteriores como orejas atrás, cuerpo encorvado, cola entre las patas… y son señales en las que el próximo, es el ATAQUE. Jamás debemos llevar a un perro a este estado y si se da la situación, es imprescindible recular, dar un paso atrás y JAMÁS CASTIGAR O REÑIR!! Si ante una situación hostil, encuentran hostilidad, es más fácil desencadenar el ataque. Si por sistema reñimos a nuestro perro por gruñir… acabará por prescindir de gruñir y pasar al ataque directo volviéndose más impredecible y peligroso.

SEÑALES DE ESTRÉS O ANSIEDAD

Dentro de su lenguaje corporal, no sólo hay señales para evitar el conflicto. Algunos peludos viven en un estado emocional muy intenso y por lo tanto, su lenguaje corporal es mucho más amplio. Utilizan estas conductas para liberar esa energía y hacer frente a su situación de estrés interno por lo que no debemos impedir/bloquear  estas conductas.

Algo muy común que hacen para liberar esta energía es sacudirse repetidamente, rascarse, movimientos rápidos y erráticos, bostezos, ladridos a otros individuos u objetos… La represión de estas conductas puede generar un estado de estrés crónico y acarrear consecuencias de salud grave.

Por tanto, en el caso de que te ponga nervioso en estado emocional de excitación de tu perro, deberás trabajar la calma, la concentración y la relajación de tu compañero para ayudarle a gestionar el estrés de otra manera.

SEÑALES  DE PRESENTACIÓN

Cuando tu perro se encuentra con otro perro, lo normal es que establezcan un ritual de presentación.

Si el encuentro es amigable, seguramente se acercarán olfateando el suelo evitando la mirada directa, caminarán en círculos de forma lateralizada olfateándose el tercio posterior… Quizá tu perro se quede inmóvil permitiendo que otros lo olfateen…

Hechas las presentaciones, reclinarse hacia atrás moviendo la cola y agachado de delante, indicará que tu perro está dispuesto a jugar y qué mejor que empezar a correr con su nuevo amigo.

Favorece las relaciones sociales de tu compañero, necesita comunicarse con sus congéneres a ser posible en un sitio seguro en libertad.

INTERPRETACIÓN  DE LAS SEÑALES

Todas estas pautas que damos sobre el papel y que parecen muy claras y sencillas, en la realidad no lo son tanto porque todas estas señales, deberán ser siempre interpretadas dentro de un contexto por lo que te aconsejamos que pidas siempre ayuda a un profesional para interpretar bien las señales concretas en tu peludo.

En cualquier caso, sí hay unas medidas que deberás adoptar siempre:

  • No intervengas en la relación entre dos perros, a no ser que sea estrictamente necesario. Déjalos que se comuniquen e interaccionen libremente si no hay señales de amenaza por parte de uno y falta de lectura por parte del otro.
  • Es importante que seas un gran observador y mantengas siempre la calma, la calma al igual que la tensión se transmite al perro
  • Todas las señales hay que verlas dentro de su contexto
  • JAMÁS debes ignorar, castigar, reñir, reprimir o bloquear las señales de comunicación. Cualquier perro sometido a situaciones percibidas por él como hostiles, que generan una respuesta por su parte de calma y que no es escuchada, se verá obligado a ir al siguiente paso. Por lo general, antes de cada conflicto/ataque canino, ha habido infinidad de señales de aviso previo por parte del perro pidiendo una tregua, pidiendo que le escucharan y pidiendo que le dejaran en paz.

Si tienes dudas sobre el comportamiento de tu peludo cuenta con la ayuda de nuestros profesionales de Centervet Clínica Veterinaria en Rocafort.

 

 

 

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